LONDRES, Reino Unido.- La ola de calor que azota el sur de Europa y que causó cientos de muertes y enormes incendios en las últimas semanas avanzaba ayer hacia el norte del continente, incluido el Reino Unido, donde las autoridades emitieron una alerta por condiciones meteorológicas extremas.
Gran parte de Europa está sufriendo una ola de calor que, según los científicos, es compatible con el cambio climático. Las temperaturas se elevan por encima de los 40° C, en algunas regiones, mientras los incendios hacen estragos en los campos de Portugal, España y Francia.
Londres fue un infiernoDurante el fin de semana, las altas temperaturas en algunas partes del sur de Europa empezaron bajar un poco, pero el alivio no llegó a los miles de bomberos de toda el área, que seguían luchando para contener cientos de incendios. Las autoridades afirmaron que el riesgo de que se produzcan más focos sigue siendo extremadamente alto.
España afrontaba ayer el octavo día de una ola de calor de más de una semana, que causó más de 510 muertes relacionadas con las altas temperaturas, según el Instituto de Salud Carlos III.
Los incendios calcinaron miles de hectáreas en Galicia, Castilla y León, Cataluña, Extremadura y Andalucía. El domingo, murió un bombero en la provincia de Zamora. Ayer, el cuerpo de un hombre de 69 años fue encontrado en Ferreruela, en una zona quemada. Casi todo el país afronta un riesgo extremo de incendio.
El Pont de Vilomara, en Cataluña, es uno de los lugares con evacuados concentrados en un centro cívico. Onofre Muñoz, un jubilado de 69 años, contó que perdió su casa y su furgoneta en el fuego. “Quedamos sin nada -dijo-. Nuestra casa tenía bastantes ventanas, que explotaron, y una potente llama se metió al interior. Lo supimos porque nos llegaron unas fotos en las que vimos que todo se había quemado”.
Más de 70.000 hectáreas ardieron en España en lo que va del año, la peor cifra de la última década. En junio, un enorme incendio en la Sierra de la Culebra, en Castilla y León, arrasó unas 30.000 hectáreas.
En Portugal las temperaturas bajaron un poco, pero el riesgo de incendios siguió siendo muy alto en la mayor parte del país, según el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA). Más de 1.000 bomberos, apoyados por 285 vehículos y 14 aviones, luchaban contra nueve incendios en curso, principalmente en las regiones del norte del país.
Intensidad y repetición: esperan segunda etapaBélgica, Alemania y el Reino Unido, son algunos de los países que esperan que la ola de calor los golpee en los próximos días.
La Unión Europea (UE) envió un avión hidrante a Eslovenia, durante el fin de semana, que se sumó a los recientes despliegues en Francia y Portugal. “Seguimos vigilando la situación y seguiremos movilizando la ayuda necesaria”, declaró el portavoz Balazs Ujvari. La UE también está proporcionando imágenes por satélite a Francia.
La Comisión anunció que casi la mitad del territorio del bloque está en riesgo de sequía.
El Reino Unido se preparaba ayer para pasar el día más caluroso de su historia, con cerca de 40°C abatiéndose sobre ciudades cuya temperatura máxima, en julio, no solía superar los 25°C.
La “emergencia nacional”, declarada por el gobierno británico provocó la cancelación de trenes, el cierre de colegios y la recomendación de permanecer en casa por parte de las autoridades.
El récord histórico para las islas británicas fueron los 38,7ºC registrados en el Jardín Botánico de la Universidad de Cambridge en 2019. “Esperábamos no llegar a esta situación, pero por primera vez estamos pronosticando más de 40ºC en Reino Unido”, dijo Nikos Christidis, científico del servicio climático británico.
En Francia, los incendios arrasaron 14.800 hectáreas y más de 14.000 personas tuvieron que ser evacuadas. Hay alerta roja, la más alta, para varias regiones y las autoridades piden a los residentes que estén vigilantes.
Italia, que desde hace días sufre incendios de menor envergadura, esperaba marcas superiores a 40ºC en varias regiones.
Suiza también se doblega bajo los efectos de la ola de calor. Axpo, el operador de la central nuclear de Beznau, dijo que se vio obligado a reducir la producción para no sobrecalentar el río Aare, del que extrae el agua de refrigeración. El gobierno suizo emitió un aviso y citando un peligro considerable en gran parte del país, con temperaturas que en algunas partes alcanzan los 36ºC. (Reuters)